El deterioro de datos tiene lugar cuando uno o varios errores de dispositivos (dañados o que faltan) afectan a un dispositivo virtual de nivel superior. Por ejemplo, la mitad de un reflejo puede sufrir innumerables errores sin causar la más mínima corrupción de datos. Si se detecta un error en la misma ubicación de la otra parte del reflejo, habrá datos dañados.
Los datos quedan permanentemente dañados y deben tratarse de forma especial durante la reparación. Aunque se reparen o reemplacen los dispositivos subyacentes, los datos originales se pierden irremisiblemente. En estas circunstancias, casi siempre se requiere la restauración de datos a partir de copias de seguridad. Los errores de datos se registran conforme se detectan. Como se explica en la sección siguiente, pueden controlarse mediante limpiezas de agrupación rutinarias. Si se quita un bloque dañado, el siguiente pase de limpieza reconoce que el deterioro ya no está presente y suprime del sistema cualquier indicio de error.