Un proceso irregular es un proceso que no está realizando el trabajo que espera que haga. Por ejemplo, puede que un proceso esté consumiendo un gran porcentaje de sus recursos disponibles debido a un defecto o puede que esté interfiriendo con otro proceso. Utilice el Gestor de procesos para detectar procesos irregulares cuando se experimente lo siguiente:
El rendimiento o la respuesta de la estación de trabajo parecen más lentos.
Un programa no responde a la introducción de datos del usuario.
Un servicio estándar, como la impresión, la transferencia de archivos o el inicio de sesiones remotas, no responde.
Al mostrar todos los procesos, habitualmente el Gestor de procesos muestra de treinta a cuarenta procesos, de forma que encontrar los procesos irregulares puede ser una tarea compleja para los usuarios no experimentados. Los consejos siguientes pueden resultar útiles (de lo contrario, contacte con el administrador de su sistema):
Utilice el Medidor de rendimiento para ver si los parámetros de rendimiento como el uso de la CPU o el uso del disco son excepcionalmente altos. De ser así, puede utilizar el Gestor de procesos para identificar procesos irregulares.
Utilice el Gestor de procesos para identificar:
Los procesos que utilicen un gran porcentaje de la CPU o RAM disponibles cuando no deberían
Procesos huérfanos cuyos procesos superiores han vuelto a ser 1, es decir init (pero no los procesos como sched, dtlogin o cron, cuyo ID de proceso superior debería ser 1)
Procesos que se iniciaron hace mucho tiempo y que no terminaron cuando debían
Procesos grandes, propiedad de otro usuario, que están degradando el rendimiento