Las aplicaciones y activos son tipos de roles concebidos para representar términos de negocio habituales descriptivos de lo que necesitan los usuarios finales para realizar sus trabajos. Por ejemplo, un rol de aplicación podría denominarse “Herramientas de atención al cliente” o “Herramienta admin. HHRR Intranet“.
Las aplicaciones no pueden contener roles, pero sí recursos y grupos de recursos. Las aplicaciones también pueden definir derechos específicos que restrinjan el acceso únicamente a determinadas aplicaciones en los recursos contenidos.
Los activos suelen ser recursos no conectados o no digitales que requieren abastecimiento manual, como teléfonos móviles y equipos portátiles. Por tanto, los activos no pueden contener roles, recursos ni grupos de recursos.
Las aplicaciones y los activos están pensados para asignarse a roles de negocio y de TI.
A los administradores de roles se les asigna una o varias de las siguientes capacidades:
Administrador de activos
Administrador de aplicaciones
Administrador de roles de negocio
Administrador de roles de TI
Para obtener más información, consulte Asignación de capacidades a usuarios.