Los datos de un volumen lógico se segmentan a los largo de las unidades en varios grupos de unidades. Los datos de varios volúmenes se pueden ubicar en el mismo grupo de unidades. Los datos de todos estos volúmenes se protegen con uno o varios niveles de RAID. Debido a la segmentación, una unidad determinada puede contener datos de varios volúmenes. En consecuencia, una unidad en particular puede admitir varios niveles de RAID.
Cuando falla (o está por fallar) una de las unidades dentro del grupo de unidades, el sistema le asigna un estado adecuado a los bloques de datos que se ubican en la unidad afectada. El estado de un bloque de datos difiere del estado de otro, aunque ambos bloques residan en la misma unidad. Si los estados difieren, la diferencia de estados es consecuencia de que el nivel de RAID de estos bloques de datos es diferente.
Dentro de un grupo de unidades determinado, el sistema trata a todos los bloques de datos que están protegidos por el mismo nivel de RAID como un grupo. El sistema los agrupa por nivel de RAID para realizar informes.