Los espacios reservados para los discos del sistema están diseñados de forma que pueda extraerse e introducirse la unidad de disco mientras el sistema está en funcionamiento. La tecnología de conexión en marcha facilita considerablemente el mantenimiento del sistema y mejora su disponibilidad ya que permite:
Agregar componentes de hardware de forma dinámica para que el sistema pueda gestionar cargas de trabajo cada vez más elevadas, obtener balanceo de carga y mejorar el rendimiento del sistema.
Retirar/reponer componentes defectuosos con la mínima interrupción del servicio.
Si precisa más información sobre las unidades de discos conectables en marcha, consulte "Información sobre las unidades de disco internas".