Las direcciones IP se pueden reservar asignándolas manualmente a clientes específicos. Una dirección reservada se puede asociar con un permiso permanente o un permiso dinámico. Cuando se asigna un permiso permanente a una dirección reservada, se aplica lo siguiente:
La dirección sólo se puede asignar al cliente que está vinculado a la dirección.
El servidor DHCP no puede asignar la dirección a otro cliente.
El servidor DHCP no puede reclamar esta dirección.
Cuando se asigna un permiso dinámico a una dirección reservada, la dirección sólo se puede asignar al cliente que está vinculado a la dirección. Sin embargo, el cliente debe controlar el tiempo del permiso y negociar una ampliación del mismo, como si la dirección no estuviera reservada. Esta estrategia permite controlar mediante la tabla de red cuándo utiliza la dirección el cliente.
No es posible crear direcciones reservadas para todas las direcciones IP durante la configuración inicial. Las direcciones reservadas están diseñadas para utilizarse con moderación para las direcciones individuales.