Sincronización de datos

Es posible que su implantación necesite transmitir unos datos determinados a sistemas externos. Esto puede formar parte de un requisito de almacenamiento de datos o un esfuerzo de integración. El proceso de sincronización tiene dos partes principales. Primero, deben detectarse y capturarse los cambios que se realicen en los datos. Una vez logrado esto, el siguiente paso es gestionar la transmisión de esos cambios a los sistemas externos implicados. Los cambios deben capturarse en orden cronológico para evitar que los sistemas pierdan la sincronización.