Al crear un destino de replicación en el dispositivo de origen, se establece una conexión que permite la comunicación segura entre un origen y un destino de replicación. Esta operación requiere los siguientes detalles:
Nombre del destino de replicación: se usa solo para identificar el destino en la BUI y la CLI del dispositivo de origen.
Dirección IP de la red: interfaz de datos del destino de replicación.
Contraseña de usuario root de destino: para autorizar al administrador a configurar la conexión en el destino de replicación.
Los dispositivos intercambian claves utilizadas para identificarse entre sí de manera segura en las comunicaciones posteriores. Estas claves se almacenan de manera continua como parte de la configuración del dispositivo y se conservan en reinicios y actualizaciones. Se perderán en caso de que se produzca una reinstalación o restablecimiento de fábrica del dispositivo. La contraseña de usuario root nunca se almacena de manera continua; por lo tanto, no es necesario realizar cambios en la configuración de replicación si se cambia la contraseña de usuario root en alguno de los dispositivos. La contraseña nunca se transmite sin codificar porque este intercambio de identidad inicial (como todas las operaciones de control de replicación) está protegido con SSL.
De forma predeterminada, la conexión del destino de replicación no es bidireccional. Por ejemplo, si un administrador configura la replicación del origen A al destino B, el destino B no puede usar automáticamente el origen A como destino. Sin embargo, el sistema admite la reversión de la dirección de la replicación, que crea automáticamente un destino para el origen A en el destino B (si todavía no existe) de manera que el destino B se pueda replicar en el origen A. Para obtener más información, consulte Reversión de la dirección de replicación.
Para configurar destinos de replicación, consulte Creación de un destino de replicación BUI, CLI.
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